Capítulo 945
Capítulo 945
Elia sonrio, acariciando cari?osamente las mejillas regordetas de Iria: “Mamá volverá pronto, no te
preocupes.”
“Elia, te llevo“, ofreció Fabio, caminando hacia ella con cortesia.
“No es necesario, puedes quedarte en casa cuidando a los ni?os, puedo pedirle al chofer que me
lleve“, respondió Elia.
“Hoy el chofer llevó a Asier al aeropuerto, se fue de viaje de negocios“, explicó Fabio El chofer de Villa
Serenidad efectivamente no estaba.
?Asier se había ido de viaje de negocios?
Elia no tenia ni idea, una sonrisa amarga se curvó en sus labios. Después de todo, ella no era nadanovelbin
para Asier, ?por qué le informaría de sus movimientos?
?Qué importancia tenia si se habia ido de viaje de negocios? Realmente tenía que decirselo?
Ni siquiera tenia el derecho de saberlo
?Pero los ni?os Elia estaba preocupada.g2
“Hay muchos empleados en casa, estarán bien“, aseguró Fabio
“Bueno, de acuerdo.” Elia accedió a que Fabio la llevara ir por su cuenta le llevaria mucho tiempo,
además, apenas se estaba recuperando, aún se sentia débil y no podia caminar mucho
“Mama, regresa pronto, te estaremos esperando, sono una voz infantil
Elia se volvio y vio a los cuatro peque?os parados en fila en la puerta, mirándola con ojos
esperanzados.
Ello hizo que el corazon de Elia se sintiera dolorido.
Nunca habian tenido esa mirada de miedo cuando ella y Rosalinda cuidaban de ellos
Incluso cuando tenia algo que hacer y no regresaba en dos o tres días, nunca habian estado tan
asustados.
A pesar de vivir bien y comer bien en casa de Asier, y tener empleados para cuidarlos, carecian
profundamente de seguridad.
Esa mirada de miedo y ansiedad rompia el corazón de Elia
Conteniendo el dolor en su corazón, Elia les sonrió “Bien, mamá volverá pronto, vayan a jugar.
Despues de hablar, Elia y Fabio caminaron hacia el coche
Los cuatro peque?os no se volvieron para entrar a la casa, sino que continuaron de pie en el mismo
lugar, sus rostros llenos de tristeza y renuencia, viendo a su madre subir al coche.
Fabio arranco el coche, Elia miró hacia atrás y a través del vidrio trasero del coche vio que los ni?os
todavia estaban parados en la puerta, mirando como su coche se alejaba
Elia sintió un nudo en la garganta, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Podia sentir claramente que los ni?os ya no eran tan felices como cuando estaban con ella.
Los peque?os, que antes eran animados y optimistas, ahora tenian un toque de miedo en sus ojos.
La sensación de seguridad no se puede dar con condiciones favorables, sino que se necesita
suficiente amor para cultivaria
No fue hasta que vieron que el coche de Elia desaparecia de su vista que los cuatro peque?os se
miraron unos a otros y entraron a la casa con
tristeza
El dia en que Gabriel saldria del hospital.
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Gabriel estaba confundido: “Pero la sangre que me transfundieron la ultima vez no fue donada por mi
hija Elia?”
Anteriormente, había perdido mucha sangre cuando Rosalinda le rompió la cabeza con una silla. Fue
Elia quien lo llevó al hospital.
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“?Qué? ?Ella tiene sangre tipo B?” Gabriel estaba atónito