Capítulo 764
Capítulo 764
De inmediato, Elia escuchó el suave clic del cinturón de seguridad ajustándose
El profundo aliento de Asier, que estaba tan cerca, se iba alejando poco a poco Elia parpadeó
levemente, observándolo erguirse. Asier le lanzó una mirada significativa antes de volver al asiento del
conductor.
El miedo en el corazón de Elia se relajó un poco.
?Era ella quien pensó demasiado?
Solo le estaba abrochando el cinturón de seguridad, no iba a hacer nada más.
Asier arrancó el coche y se fue.
Cuando el coche empezó a moverse, Elia finalmente pudo relajarse.e2
Al calmarse, le pareció extra?o. ?Por qué Asier estaba alli?
Bajo la vista y vio el collar de diamantes que colgaba de su cuello, brillando con luces de colores bajo
el fugaz rojo.
No necesitaba preguntarle a Asier, ella misma tenía la respuesta. Debido a ese collar, que tenía un
rastreador, dondequiera que iba, cada movimiento estaba bajo el control de Asier.
De repente, una sensación de asfixia sin precedentes surgió en su corazón, haciéndola sentir tan
pesada que no podía respirar.
El coche se detuvo en el patio de Villa Serenidad.
Las luces de la sala grande de Villa Serenidad estaban encendidas. Antes de entrar, ya podía oír
vagamente las voces alegres y tiernas de los ni?os.
Inconscientemente, Elia aceleró el paso, entró en la sala grande, y vio a cuatro peque?os acurrucados
alrededor de Fabio, contándole felizmente sobre su dia en el jardín de infancia.
No pudo evitar la emoción en su corazón y dijo: “Mis amores, mamá ha llegado.
Cuando hábló, los cuatro peque?os se volvieron hacia ella, sus ojos llenos de alegría.
“?Mama!”novelbin
Los peque?os soltaron a Fabio y corrieron hacia Elia.
Viendo a los cuatro peque?os correr hacia ella como pingüinos, todos los sentimientos de asfixia en el
corazón que Elia sufrió durante el trayecto a casa fueron curados.
Inconscientemente, sus ojos se humedecieron. Se agachó, abrazó a los cuatro peque?os y les dio un
gran beso en sus suaves mejillas. El dulce olor a leche curó su corazón.
“Mamá, hoy en el jardin de infancia comi muchas cosas deliciosas. Acerté todos los ingredientes. La
maestra me dio una estrella roja.” Iria inclinó su peque?a cabeza, los ojos grandes y suaves brillaban
con felicidad.
Quería compartir su alegría con su mamá.
*Eso es genial, nuestra Iria seguramente será una gran crítica gastronómica en el futuro.” Elia sonrió y
alborotó su peque?a cabeza.
Al ser alabada, Iria no pudo evitar sonreír.
“Mamá, mira, ya reparé este broche, es para ti.” Inés sostenía un broche de marfil en su peque?a
mano, el mismo que había desaparecido antes y luego fue encontrado.
Visit En.novelxo.com to read full content.
Había dicho antes que lo repararia.
No esperaba que lo hiciera tan rápido.
Elia miró a los ojos infantiles y oscuros de Inés, que la miraba llena de expectación y satisfacción.
Visit En.novelxo.com to read full content.
Elia, que conocía mejor a sus hijos, por supuesto, sabia lo que estaban pensando.
Visit En.novelxo.com to read full content.