Capítulo 494
Capítulo 494
El Se?or Garcia se sintió un poco incómodo, pero enseguida se le pasó y mantuvo su amable sonrisa:
“Se?ora, esto no es un papel, es un cheque. Solo tiene que llevarlo al banco para
retirar el dinero“.
Rosalinda siempre temia ser estafada, por lo que contesto de manera firme: “No sé nada sobre
cheques, soy una mujer mayor y no sé cómo usarlos. No quiero un cheque, prefiero que me den
efectivo o que me hagan una transferencia“.
El Se?or Garcia sonrió y respondió educadamente: “No tenemos tanto efectivo aquí ?Qué tal si la
acompa?o al banco y le ense?o cómo retirar el dinero?”
Rosalinda pensó un momento, y decidió que, si algo malo pasaba, podría reportarlo a la policia. Así
que aceptó.
El Se?or Garcia subió a decirle a Rayan y luego se fue con Rosalinda.
Pronto, el banco depositó tres millones en la cuenta de Rosalinda.!
Al ver la confirmación del depósito, Rosalinda no podía dejar de sonreír.
Le dijo al Se?or Garcia: “El dinero ya está en mi cuenta, así que me voy ahora, usted también deberia
irse“.
Rosalinda, con su teléfono en la mano, se fue emocionada.g2
No fue directamente a casa, sino que decidió dar un paseo por la ciudad.
Queria comprar una casa.
Su familia de seis personas había vivido en la Capital durante tres o cuatro a?os, sin tener casa
propia. Se mudaban de casa según el lugar de trabajo de Elia. No tener un hogar fijo era muy
inseguro.
Si pudieran comprar una casa y establecerse, talvez su familia no sería tan menospreciada.
Al menos, Elia tendría algo de confianza si quisiera casarse.
Pero después de dar una vuelta y preguntar los precios de las casas, Rosalinda se asustó con el alto
costo de las viviendas.
Los tres millones que tenía no eran suficientes ni para comprar un ba?o.
Pensó que esos três millones eran mucho dinero, pero cuando llegó el momento de gastarlo, no podía
comprar nada. No era de extra?ar que su familia fuera menospreciada. No es de extra?ar que la
familia Griera dijera que Elia no era digna de casarse con Asier.
Rosalinda estaba triste y molesta por la dura realidad.
Sólo se culpaba a sí misma por no poder darle a Elia un buen apoyo
Rosalinda regresó a casa con los tres millones y un corazón lleno de tristeza.
Apenas llegó a casa, Simón, del salón de juegos, la llamó para invitarla a jugar póquer. ?No había
jugado en mucho tiempo porque su hija no había ganado dinero?
Rosalinda estaba furiosa, odiaba que la gente hablara mal de su hija.
Podia criticar a su hija cien veces, mil veces, pero consideraba que nadie más podía hacerlo.
Para fastidiar a Simón, Rosalinda decidió jugar, ?y apostar fuerte!
?Para que todos vean cuánto dinero había ganado su hija!
Además, si jugaba con confianza, tal vez podría asustar a los demás jugadores y ganarles. ?Y ganar
aún más dinero!
De todos modos, tenía mucho dinero para apostar. Si ganaba un poco cada día, ipodría comprar una
casa pronto!
Con ese pensamiento, Rosalinda se dirigió al salón de juegos.
Elia se fue a trabajar al Grupo Griera temprano en la ma?ana.
Era lunes, un día laborable.
El día anterior, Asier le había dicho que trabajara hasta las siete de la noche.
El hecho de que su jornada laboral se hubiera extendido de repente la molestó mucho.
Estaba sentada frente a la computadora, trabajando.
La puerta se abrió y sin levantar la cabeza, Elia dijo desganada: “Adelante“.
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“Sr. Griera solo le gusta el café que tú preparas“, respondió Bruno.
“?Y cómo lo hacía antes de que yo llegara?“, preguntó Elia.novelbin
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Elia: “…..”