Capítulo 489
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Reconoció la fachada de la tienda, era la misma tienda de juguetes donde Inés solia comprar su
broche de juguete“.
La que parecia ser la esposa del due?o de la tienda, con lágrimas en los ojos, cerraba la puerta.
Esta escena desgarradora tocó el corazón de Elia, quien se acercó y preguntó “Se?ora, apenas son
las once, es hora de abrir ?por qué cierra la tienda?”
Ella, alver a alguien, se pasó la mano de manera incomoda por la cara, secando sus lágrimas, y dijo
“Ha ocurrido una tragedia en mi familia, ya no puedo seguir con el negocio”
Dicho esto, la due?a no pudo contener su tristeza y sus lágrimas volvieron a caer
Elia y Jimena intercambiaron miradas y preguntaron “?Qué tragedia les ha ocurrido para que tengas
que cerrar la tienda?”
Abrir una tienda en un centro comercial no era fácil, requiere una inversión alta, por eso la gente
generalmente no cierra esas tiendas a menos que sea absolutamente necesario
“Mi hijo tiene un tumor en el cerebro, la cirugia, los tratamientos, todo suma a un millón treinta mil,
hemos gastado todos nuestros ahorros, incluso he vendido la tienda, pero aún falta veinte mil. Mi
familia y yo realmente no sabemos qué hacer “La due?a, sollozando, se cubrió la cara y lloró
desconsoladamente
El dolor, la desesperación, la angustia, todo eso la consumia g2
Ese es su hijo, su tesoro más preciado
?Que madre podria soportar el dolor de perder a su hijo?
Al escuchar esto, el corazón de Elia se hundió, sintiendo la tristeza de la due?a y entendiendo su dolor
y desesperación
Ella también era madre y comprendia bien el amor de una madre por su hijo
Si se enfrentara a la pérdida de su hijo, seria peor que la muerte.
Se dice que una madre es fuerte, por la salud y seguridad de su hijo, una madre está dispuesta a
soportar todas las dificultades.
Pero si algo le sucede a su hijo y no tiene como ayudarlo, se siente aún más doloroso que perder la
vida.
Ela sacó su teléfono y le dijo a la due?a “Se?ora, no se preocupe, deme su número de cuenta, te
enviare veinte mil, asi tendrás dinero para el tratamiento de tu hijo.”
La dueria se quedó atónita, mirando a Elia con incredulidad, como si estuviera so?ando. ?Todavia hay
personas tan generosas y bondadosas que no pueden soportar ver el sufrimiento de los demás?
Jimena también miró a Elia con sorpresa, pero luego su expresión sorprendida se volvió trangula
Esa era la Elia que ella conoce, no hay nada de qué sorprenderse
“Pero, pero “La due?a estaba un poco desconcertada.
Aunque realmente queria esos veinte mil para salvar la vida de su hijo, sabia que no era correctonovelbin
aceptar el dinero de los demás sin más
Elia notó la incomodidad de la due?a y dijo. “Se?ora, no te preocupes, este dinero es tuyo Recuerdas
que te compré un broche de marfil hace tiempo? Pensamos que era un juguete, pero resultó ser una
antiguedad que se vendió por veinte mil Ese dinero deberia ser tuyo”
‘Pero, no sabemos nada de antigüedades, si no lo hubieras comprado, lo habriamos considerado un
juguete, lo habriamos roto o tirado a la basura. Tu tienes el ojo para reconocer su valor, además,
compraste ese juguete con tu dinero, cuanto lo vendiste, te ganaste el dinero que te mereces “La
due?a también era una persona bondadosa y sensata. Conocia las reglas de los negocios
Lo que uno compra con su propio dinero y luego lo vende por más, es dinero ganado con su propio
esfuerzo
No le pertenecia a ella
Pensaba que Elia le dijo eso solo para que ela se sintiera mejor
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La due?a asintió, con lagrimas en los ojos, le dio su número de cuenta del banco
Luego Elia le transfirio los veinte mil
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Justo cuando Elia y la due?a se estaban dando la mano, el aire se agito, como si hubiera un peligro de
invasión
Un frio helado se acercaba, haciendo que la piel de Elia se erizara.
Elia se volted y vio a un hombre de alta estatura y presencia intimidante, que se acercaba con largas
zancadas