Capítulo 1430
Capítulo 1430
Jimena tragó saliva con esfuerzo y sonriendo con picardia, le dijo a Daniel: “Yo, yo estoy feliz por ti.
Felicidades, amigo, y no se te olvide invitarme a tu boda, ?eh?”
Mientras hablaba, Jimena tomó una botella de refresco que estaba a un lado, le sirvió un vaso lleno a
Daniel y se sirvió otro para ella. Levantó su vaso y se lo extendió a Daniel: “Brindemos con esta soda,
para celebrar de forma anticipada tu felicidad.”
Jimena felicitaba a Daniel de todo corazón; al menos él no se habla lastimado por su culpa ni había
dejado de creer en el
amor.
Daniel deseaba tanto casarse que, ahora que tenía novia, seguramente ya no estaba lejos de dar el
gran paso.
Daniel no se hizo de rogar, levantó su refresco y chocó su vaso contra el de Jimena. Miró de reojo a
Adora, que se habla vuelto a sentar en la alfombra de juegos, y con una sonrisa dijo: “Acepto tus
felicitaciones. También espero tener pronto una ni?a tan encantadora como tu peque?a Adora.”
La forma en que Adora se habla preocupado por Jimena, aquella urgencia por levantarse y estar cerca
de ella, habia conmovido profundamente a Daniel.
La peque?a apenas era un bultito, tan frágil que necesitaba protección, pero aun asi solo pensaba en
cuidar de sus seres queridos.
Quizás la mayor riqueza del mundo sea tener hijos propios.
“Jaja, claro, mi ni?a es un encanto. Estoy segura de que cuando te cases vas a tener una hija tan
inteligente y hermosa como ella.“92
“Ojala,” dijo Daniel sus ojos amables detrás de las gafas de montura dorada brillaban de alegría. Era el
tipo de hombre hogare?o que cualquier mujer desearia.
Cualquiera que se casara con él seria muy afortunada, ya que Daniel era muy de familia, atento con
las mujeres y genuinamente encantado con los ni?os.
Jimena mantuvo una sonrisa forzada mientras por dentro sentia un amargo pesar.
Ella estaba destinada a ser soltera toda su vida.
Después de comer, Daniel se fue a su casa. Jimena y Lola, cada una con un bol para bebés,
alimentaban a Adora y a Fred, respectivamente.
Mientras los adultos disfrutaban de una parrillada, los bebés tenian comidas preparadas
especialmente para ellos, como arrocito con camarones y vegetales.
Adora y Fred eran muy peque?os para comer solos y Jimena, preocupada por si no comian suficiente
y perdian peso. decidió alimentarlos ella misma. Cuando los ni?os crecieran un poco más, ya
aprenderian a comer solos.
Por la noche, Jimena acurrucaba a los dos peque?ines, les contaba historias y los arrullaba hasta que
se dormian.
Solo cuando los ni?os estaban dormidos, ella se levantaba para ir al ba?o a ducharse.
Villa Serenidad.
Ella llenó la ba?era del ba?o con agua y volvió junto a la cama, lista para llevar a Asier a ba?arse.
Ella ba?aba a Asier todos los dias, pues sabía lo mucho que él valoraba la limpieza; sin un ba?o diario,
se sentirial incómodo.
Aunque Asier ahora estaba en estado vegetativo, ella no quería descuidarlo.
Puso la silla de ruedas junto a la cama, se acerco a Asier, lo levantó cuidadosamente y colocó su
brazo sobre su hombro. Con su otra mano rodeó la cintura de Asiery, sosteniéndolo contra ella, lo
movió lentamente hacia la silla de ruedas, asegurándose de acomodarlo con cuidado.
Durante tres a?os, dia tras dia, habia trasladado a Asier de la cama a la silla de ruedas para llevarlo anovelbin
ba?ar.
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Lapitulo 1430
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En el ba?o, el vapor llenaba el aire.
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Sus músculos, aún estaban tan poderosos y estéticos como siempre.
Capitulo 1431