Domesticame! Mi pequeña y gran Elia

Capítulo 1359

Capítulo 1359

Pero todo lo que sucedia en la Capital, él lo sabía.

Elia odiaba a Asier con todas sus fuerzas debido a la muerte de su madre y había cortado todo

contacto con él.

Alguien le había contado todo esto a él.

Pero él siempre se mantuvo callado, intentando desvincularse de estos asuntos.

“Se?or Ramiro, a usted le gusta Elia, ?verdad? ?Por eso está tan ansioso por romper la relación entre

Elia y Asier!” Liuva lo confrontó sin rodeos.

Un hombre que hace todo lo posible para que una mujer rompa con otro hombre, ?no es acaso porquenovelbin

le gusta esa mujer y quiere tener una oportunidad con ella?

“Estás pensando de más, una mujer con cuatro hijos como Elia no me interesa en lo absoluto,” lo negó

Ramiro.

“Se?or Ramiro, puede que enga?e a los demás, ?pero puede enga?arse a sí mismo?” Liuva le dijo

con sarcasmo. “Si no le gusta ella, entonces no le importará si voy y le cuento a Elia sobre nuestra

colaboración, ?verdad?”

Ramiro, apretando los dientes, dijo: “Liuva, ?quieres irte al infierno con tus padres?”g2

“No te alteres, solo quiero pedirte algo prestado para ayudarte a estar junto a Elia más rápido, ?no es

eso lo que quieres?” Liuva le habló con insolencia.

“?Qué cosa?” Ramiro se interesó.

En verdad le gustaba Elia, y ahora comprendía por qué Sergio había estado dispuesto a morir por ella.

El amor realmente puede volver loco a alguien.

Había vuelto a su país originalmente para cumplir el último deseo de Sergio, pero al interactuar con

Elia, conscientemente se había puesto en el lugar de Sergio, queriendo experimentar el amor que

Sergio sentía por Elia.

Ese sentimiento de dolor por amar a alguien que no te ama.

Quería entender por qué, en el tema del amor, había elegido un camino sin retorno.

Y en ese proceso de ponerse en el lugar de Sergio, él también se había enamorado de Elia..

Ella era resiliente, valiente y compasiva, con un claro sentido de lo correcto e incorrecto, hermosa y

radiante. No solo su apariencia lo había cautivado, sino también su bondad, su empe?o en no causar

problemas a los demás.

Como deseaba, finalmente experimentó el dolor de Sergio de amar sin ser correspondido y entendió

por qué estaba dispuesto a morir por alguien que no podia tener.

Pero ahora él también estaba atrapado.

Era incapaz de liberarse.

Debería haberle dicho a Liuva que se fuera, que si quería decirle a Elia, que lo hiciera, y si Elia lo

odiaba, no importaba.

Pero ahora, no podía, temía que Elia lo odiara.

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Capitulo 1359

Así que eligió preguntarle a Liuva qué era lo que necesitaba.

“Un helicóptero y explosivos,” le dijo Liuva con una mirada vengativa.

Ramiro, que se puso en alerta, les pregunto: “?Para qué quieres esas cosas?”

“?Para

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Liuva hablaba como si hubiera enloquecido.

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“Si no quieres vivir, yo te lo concedo,” le dijo Ramiro con una frialdad contenida.

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