Capítulo 110
Capítulo 110
Ella se dio la vuelta, mirando hacia la recepción y luego caminó directamente hacia el ascensor..
“Maribel, ?qué estás insinuando? ?Qué quieres decir con que vayamos a buscar a Elia en la
comisaría?” Jimena la persiguió, buscando una explicación
Pero fue detenida por otro empleado: “Lo siento mucho, la última vez el sobrino del Sr. Griera armó unnovelbin
alboroto en su oficina, ya no puedo dejarlos entrar, así como si nada.
El empleado dijo con pesar.
Le gustaban mucho los dos ni?os, pero estaba trabajando, no podia permitirles entrar y salir a su
antojo.
Jimena la miraba y sintió que esa empleada era muy amable y no quería avergonzarla.
“De todos modos, gracias, dijo Jimena, y luego agitó la mano a Joel y Abel: “Vamos.”
Abel saltó de la silla y se acercó a ella. Jimena tomó su mano, y con la otra mano tomó la de Joel.
“Vamos a la comisaría a buscar a Elia, dijo Jimena preocupada.
Joel también estaba muy preocupado por su mamá, frunció el ce?o y dijo angustiado: “Mamá no había
estado difundiendo rumores, ?por qué la llevaron de todos modos?”
“No encontró pruebas, fue a buscar al Sr. Griera para revisar las cámaras de vigilancia, pero el Sr.
Griera no estaba, y la secretaria fue tan maleducada, Jimena se enfurecia al pensar en Maribel.
“Mi mamá, tan adorable y encantadora, tan inteligente, me duele verla asi, dijo Joel con una voz
suave, llena de amor.
Jimena se conmovió por su ternura, sonrió y le acaricio el cabello: “Creo que el más inteligente eres
tú.”
Al recordar la incomodidad de Maribel, se sintió satisfecha.
Joel
se animó por el cumplido.
*Jimena, ?podrías llamar a mi mamá para ver si está en la comisaria?” Joel tiró de la manga de
Jimena, la miraba con sus ojos tiernos y suplicó.
Legalmente, Jimena era su madre, pero también era su madrina.
A veces los ni?os la llamaban Jimena.
Cuando Joe! hacia pucheros, Jimena se derretia, y le decía con cari?o: “Por supuesto que llamaré, no
voy a creer a esa mujer tan fácilmente. No te preocupes.”
Dicho esto, sacó su teléfono y llamó a Elia.
El teléfono sono y sonó, pero nadie contestó.
Jimena colgó el teléfono y dijo, algo preocupada: “Elia no contesta, algo no anda bien aquí.”
“Rayos, mamá de seguro la llevaron a la comisaria. Ella era inocente, dijo Abel, con un tono fuerte.
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Los tres comenzaron a moverse, Jimena condujo en dirección a la comisaria.
Jimena llegó a la comisaría con los dos ni?os.
Vieron a Elia
Su rostro, normalmente radiante, ahora parecia algo sombrío y deprimido.